martes, 10 de julio de 2012


El apocalipsis... ¿cuándo?


ES CASI como leer las últimas noticias: ¡guerras, terremotos, epidemias, enfermedades, hambre, delito y temor! Estos y otros acontecimientos se predicen en la Biblia. Identifican con toda precisión estos tiempos, en los que a todos nosotros nos ha tocado vivir, como “los últimos días”. Esto es, los tiempos que desembocarán en el inminente y prometido apocalipsis. ¿Cómo puede usted estar seguro de esto?


Hoy usted puede ver por sí mismo el cumplimiento de las profecías bíblicas. La Biblia dice: “Ten presente que en los tiempos finales va a haber momentos difíciles; la gente será egoísta e interesada, serán arrogantes, soberbios, difamadores, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos, sin corazón, implacables, y calumniadores, gente sin control, inhumanos y enemigos de todo lo bueno; traidores, temerarios, presuntuosos, amigos del placer en vez de amigos de Dios. Y tendrán semblante de piedad, pero serán la negación de su esencia”. (2 Timoteo 3:1-5, Nueva Biblia Española.) ¿No ve usted estas mismas condiciones por todas partes?


Muchas personas de hoy, tal vez hasta usted mismo, evocan los días cuando las condiciones en el mundo no eran tan malas como ahora. La gente era más considerada. Los hijos tenían más respeto a sus padres y a personas de edad avanzada. Los hombres, las mujeres y los niños no tenían temor de andar por la calle, aun de noche. Pero los tiempos cambian rápidamente. Aun si estas condiciones no predominaran en la zona donde usted vive, lo cierto es que la posibilidad de una guerra nuclear —a causa del afán arrogante de poder que tiene el hombre— nos afecta a todos.


Así como Dios a través de su Palabra, la Biblia, ha profetizado tan claramente “los tiempos finales” de este mundo, así también nos ha provisto información respecto al tiempo del apocalipsis, cuando Jesús venga a ejecutar juicio.


Más cerca de lo que mucha gente piensa


Dios dice: “Anuncio cosas nuevas; antes que se produzcan os las hago saber”. (Isaías 42:9, Biblia de Jerusalén.) No hay duda, él nos ha bosquejado en la Biblia los principales acontecimientos que tendrán lugar precisamente antes del apocalipsis.


Por ejemplo, Jesús habló de un mensaje que se proclamaría por todo el mundo y lo relacionó con el apocalipsis. Él dijo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. (Mateo 24:14.) Este “fin” incluye al apocalipsis. Hoy, los testigos de Jehová dedican millones de horas al año a proclamar con diligencia ese mensaje del Reino, de casa en casa y por otros medios, ¡en más de 200 países alrededor del mundo!


Jesús, en beneficio de sus seguidores, estableció un impresionante paralelo entre los días que culminarían en el apocalipsis y los días anteriores al Diluvio de Noé. La gente del día de Noé estaba tan absorta en comer, beber y pasarlo bien que “no hicieron caso” del mensaje de Noé respecto a una inminente destrucción. Fueron indiferentes a sus advertencias. (Mateo 24:37-39.)


¡Cuánto se asemejan nuestros días a las circunstancias anteriores al Diluvio! La gente está tan preocupada por la rutina diaria que no presta atención a las advertencias, así como a la evidencia de que nos aproximamos al apocalipsis.


No obstante, el apocalipsis está más cerca de lo que mucha gente piensa. Respecto a la señal de los últimos días, Jesús dijo que “de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas”. (Mateo 24:34.) ¿De qué generación hablaba Jesús?


La generación de 1914


Con referencia a “la relativamente pacífica y próspera era victoriana de Gran Bretaña”, el ex primer ministro Harold Macmillan dijo que él consideraba que ‘el mundo en el que había nacido’ seguiría siendo “mejor y mejor” cada vez. Pero, “repentina e inesperadamente, todo llegó a su fin una mañana de 1914”. Macmillan dijo que ese día había sido el fin de “100 años de paz y progreso” y recordó que la I Guerra Mundial había marcado “el fin de una era” y el “comienzo de la confusión que aún prevalece”. Muchas personas, en particular quienes vivieron los acontecimientos de 1914 y que aún están vivas, saben que esto es cierto.


En efecto, tal como esta revista ha señalado a través de los años a sus lectores, la evidencia muestra que la generación de 1914 es la generación de la que habló Jesús. Por consiguiente, “de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas [lo que incluye el apocalipsis]”.


Aunque han pasado más de 70 años desde 1914, aún viven personas que presenciaron aquellos acontecimientos. Según la revista The American Legion Magazine, en su número de diciembre de 1984, aún viven en los Estados Unidos 272.000 veteranos de la I Guerra Mundial, y en otros países la proporción es similar. Sin embargo, el número va decreciendo rápidamente. Por lo tanto, ¿cuánto tiempo falta para que el último veterano de aquella guerra pase a la historia?


Como estos datos solo tienen que ver con las horas postreras de la generación de 1914, ¿con cuánta concreción puede hablarse respecto al tiempo exacto para el apocalipsis?


“Ladrón en la noche”


La Biblia nos advierte: “En cuanto a los tiempos y a las sazones, [...] ustedes mismos saben bastante bien que el día de Jehová viene exactamente como ladrón en la noche”. (1 Tesalonicenses 5:1, 2.) ¿Esperaría usted que un ladrón le enviara un telegrama anunciándole cuándo planea robar su casa?


Apropiadamente entonces, Jesús nos aconsejó respecto a la hora exacta: “Sigan mirando, manténganse despiertos, porque no saben cuándo es el tiempo señalado”. (Marcos 13:32-37.) Aun así, hemos observado que Jesús describió varios sucesos que marcan con precisión la generación de 1914. Además, la Biblia describe acontecimientos futuros que marcarían la inminencia del apocalipsis. ¿Qué debemos esperar que ocurra?


Un cambio de acontecimientos


El apóstol Pablo dijo: “Cuando los hombres estén diciendo: ‘¡Paz y seguridad!’, entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente, como el dolor de angustia a la mujer encinta; y no escaparán de ninguna manera”. (1 Tesalonicenses 5:3.) De modo que según avanzamos hacia el final de estos “últimos días” es de esperar que, en cumplimiento de las palabras de Pablo, el tema de la “¡Paz y seguridad!” reciba una atención especial. ¿Y luego qué?


Las profecías bíblicas muestran que el sistema religioso mundial, designado por la expresión “Babilonia la Grande”, ¡será repentinamente atacado por las fuerzas políticas de la Tierra, terminando en un fin abrupto! (Revelación 17:5, 16; 18:10, 17.) Esto señalará el comienzo de una “gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora”. (Mateo 24:21.). Pero, ¿cómo afectará esto a quienes se hayan ‘mantenido despiertos’ y a la espera del apocalipsis?


Los verdaderos cristianos pueden estar seguros de que Jehová los librará. (2 Pedro 2:9.) Mientras conozcan a Jehová y le sirvan desinteresadamente, no tendrán por qué temer cuando Dios y Cristo vengan a librar la guerra de Armagedón. (Revelación 11:17, 18; 16:14, 16.)


Después, el apocalipsis hará que Satanás el Diablo y sus fuerzas invisibles queden aislados de la humanidad. (Revelación 20:2, 3.) En efecto, la ira que ha de venir no solo librará la Tierra de gente que no se interesa en servir a Dios. Aun los espíritus inicuos, cuya influencia se hace sentir en toda la Tierra, serán eliminados. (2 Tesalonicenses 1:6-9.) Esto supondrá bendiciones eternas para los sobrevivientes del apocalipsis.


El apocalipsis... preludio del Paraíso


Con relación a los habitantes de la Tierra, el libro de Revelación (El Apocalipsis, Versión Popular) nos dice que Dios “enjugará toda lágrima de sus ojos y no habrá más muerte, ni luto, ni clamor, ni pena, porque el primer mundo [habrá] desaparecido”. (Revelación 21:4, Martín Nieto.) En vez de unas consecuencias tenebrosas, como resultado del apocalipsis, la Biblia revela que el hombre podrá vivir para siempre en un paraíso sobre la Tierra. (Salmo 37:9-11, 29.)


¿Un paraíso? ¿Vida eterna sobre la Tierra? ¡Piense por un momento en lo que significa disfrutar de salud perfecta, ver personas de todas las razas felices y disfrutar de la vida a plenitud! Usted se preguntará: ‘¿Cómo puede ser esto la consecuencia de un apocalipsis?’. Dios ha comprometido su palabra. Ocurrirá tal como cuando Dios trató con Israel, que “no falló ni una promesa de toda la buena promesa que Jehová había hecho [...]; todo se realizó”. (Josué 21:45.)


De modo que, respecto al día y hora exactos para el apocalipsis nadie sabe, pero la evidencia prueba que vivimos en la era del apocalipsis. Cuando este empiece, que se nos halle despiertos y “alerta”. Porque “el mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. (Marcos 13:33, 37; 1 Juan 2:17; Mateo 24:36.)

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